miércoles, 23 de diciembre de 2009

No he muerto


...Que estaba de parranda. Hace muchos meses que un servidor no escribe en este blog, pero los pinceles no han parado de moverse.

Ahora mismo estoy pintando un equipo de Goblins para Blood Bowl (los Botaz Rojaz) para un torneíllo interno que estamos preparando en Ars Ludica. Serán todo un ejemplo de indiscrección (ya vereis los colores, ya), pero me lo estoy pasando muy bien pintándolos.

En cuanto acabe con los Goblins retomaré el proyecto de la invasión soviética de Afganistán para CWC. El asunto me está trayendo un poquillo de cabeza en lo que a colores de los uniformes soviéticos se refiere, pero creo que he llegado a una solución válida; lo comentaré con más detalle en su día.

Otros proyctos a los que quiero meterle mano a corto-medio plazo: el pelotón de paracas americanos de la II Guerra Mundial en 28mm para Stoßtruppen, el equipo de Orkos para Blood Bowl
(probablemente ambos proyectos los pintaré con la técnica del betún de judea), una banda punk en 28mm (cantante, guitarra y batería, miniaturas de Reaper) para un regalo... Luego quiero dedicarme a pintar alguna miniatura individual de esas molonas que tengo por ahí para pintar con calma.

De todo esto y de algunas otras cosas, como la Muerte de Mundodisco que le pinté a un amigo (juro que le remataremos la peana muy pronto), iré poniendo fotos.

Un saludo.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Cold War Commander: infantería en 6mm


Lo prometido es deuda, así que vamos a retomar el trabajo con una comparativa de miniaturas de 6mm. Se trata de infantería moderna soviética, concretamente armas de apoyo (ametralladoras, morteros, lanzallamas...).

Anteriormente en este blog he hablado de las carencias que presentaban las miniaturas de la marca NavWar, mientras que he dicho la buena calidad que presentan las piezas de GHQ. Bueno, vamos a comparar ambas marcas, a ver qué conclusiones obtenemos.

Empecemos por la presentación del producto:


GHQ a la izquierda, NavWar a la derecha. Las diferencias saltan a la vista en favor de GHQ: se trata de un blister con todas las de la ley, mientras que las miniaturas de NavWar vienen presentadas, en mi opinión, de un modo un tanto cutrecillo y menos protegido. Sin embargo creo que la presentación de las miniaturas es algo secundario: lo que importa es lo de dentro, no el envoltorio. Ah, apunte para los de vista fina. Las miniaturas de la derecha aparecen etiquetadas como Heroic & Ros. Si no recuerdo mal, dicha marca de miniaturas repartió en su día sus derechos entre varias empresas, NavWar entre ellas; sin embargo las miniaturas se siguen vendiendo con ese nombre, aunque no se trate de H&R realmente.

En cuanto a número de miniaturas por blister, en GHQ viene 60 miniaturas y en NavWar, 48.



Arriba podéis ver el aspecto de las ristras (GHQ primero, luego NavWar). Todas las miniaturas están pensadas para colocarse de manera independiente sobre las peanas. Retirar una miniatura de la matriz de GHQ es muy sencillo. Tanto, que a veces oyes un tintineo y es porque alguna miniatura se ha desprendido sola. En el caso de NavWar la tarea de separar las miniaturas es algo más compleja y delicada, ya que la ristra es más resistente y además hay escaso espacio entre cada miniatura, con el consiguiente peligro de dañar a alguno de nuestros soldaditos cuando usemos las tenacillas o cualquier otra herramienta.



Bien, al turrón. Observemos de cerca las miniaturas. Antes de nada, vaya por delante que una escala como los 6mm tiene obvias limitaciones a la hora de esculpir detalles, sobre todo en la infantería. Una vez dicho esto, creo que las fotos hablan por sí solas. La infantería de GHQ (arriba) está mucho más definida, tanto en lo que es la miniatura en sí como en los detalles de la misma. Las piezas de NavWar son mucho más redondeadas; por supuesto que se pueden distinguir las formas, pero ¿podríamos identificar, por ejemplo, el punto donde las botas dejan paso a los pantalones, o los cascos a las caras? Se trata de miniaturas mucho más simples.

También es digno de mención el hecho de que en GHQ sobresalen sin miedo varias partes (el brazo, más aún: el dedo que señala; el RPG; la culata del fusil...). La calidad de NavWar en este aspecto también deja mucho que desear: las miniaturas son más tímidas, por así decirlo, y lo único que sobresale son partes indefinidas ("vale, nos creemos que eso es el lanzallamas").

Quizá suene algo rudo, pero es como si al esculpir las miniaturas de NavWar lo hubieran hecho pensando: "que se parezca a un hombre con algo parecido a un casco y una cosa entre las manos"; por su parte, parece que GHQ intenta "que este hombre parezca un soldado soviético".

Destaco también en este punto que o bien tuve mucha suerte con NavWar y sólo me tocó una única miniatura defectuosa (que precisamente puede verse en la foto: a eso que parece un detector de metales le falta el centro del mástil) o el tendero que me la vendió rebuscó para que no tuviera mucho defecto. Sinceramente, me inclino por la segunda opción, ya que otras bolsas de NavWar que he visto parecían un pelotón de lisiados.

Conclusiones. La calidad de GHQ es indiscutible en comparación con la de NavWar. Presentación del producto más atractiva, miniaturas mucho más definidas, más dinámicas, más cómodas de separar de la matriz... A priori no sería complicado saber por qué marca decantarse. Sin embargo, debemos tener en cuenta dos factores.

Primero. GHQ es una marca muy cara. Cada blister con 60 miniaturas cuesta, comprado directamente al fabricante, $9,95 (que son unos 7,85 €). Un buen pellizco si tenemos en cuenta que la bolsa de NavWar cuesta aproximadamente la mitad de eso y vienen sólo 12 miniaturas menos. Yo encargué seis blisters a GHQ, que en total me costaron $59,70. A eso hay que sumarle los $11,94 dólares de gastos de envío y sale un total de $71,64. O sea, a $12 el blister. Aproximadamente 9,50 €. Ya está bien.

Segundo. Inad, un sabio forero de La Armada, lo ha comentado en varias ocasiones y cada vez creo más que tiene mucha razón en lo que dice: teniendo en cuenta la distancia habitual desde la que se observan las peanas durante una partida, es imposible distinguir el detalle de un soldado en escala 6mm.

Así pues, ¿merece la pena gastarse lo que cuesta GHQ? Cada uno de nosotros tendrá una respuesta distinta. Y aquí va la mía, para quien pueda interesarle.

Si no te importa gastarte unos pocos euros más para tener unas miniaturas bien definidas y sin defectos en la inyección de plomo, y si además tu ejército estará principalmente compuesto por vehículos, adelante con ese pequeño lujo que pueden ser un par de blisters de GHQ, o incluso uno solo para usarlo en peanas de mando, en esa unidad especial...

Si vas a llevar bastante infantería y no quieres dejarte un buen pellizco, quizá te interesa más comprar lo que necesitas en NavWar, más una o dos bolsas adicionales para suplir las miniaturas defectuosas.

Direcciones de interés:

GHQ Models
NavWar
Wargames, una tienda de Bilbao donde trabajan con GHQ.
La Flecha Negra, en Madrid, con mucho material de NavWar.

jueves, 26 de febrero de 2009

Preparando cosas


Saludetes, gente!

No he abandonado el blog. De hecho, como podéis ver estoy introduciendo cambios en su diseño para personalizarlo más.

Respecto a contenidos, que es lo que interesa, las dos últimas semanas he andado más liado que la pata de un romano con varias cuestiones que no me han dejado tiempo ni para pintar ni para publicar nuevas cosas por aquí. Ya tengo varios artículos en mente, así que espero empezar con alguno de ellos la semana que viene:


- Comparativa de infantería en 6mm de las marcas NavWar y GHQ.


- Pintar ejércitos con la técnica del betún de judea, usando como ejemplo mis paracas americanos de FOW.


- Pintar metálicos con colores no metálicos.

- Cuando la iluminación proviene de la propia miniatura o, acuñando nuevo término, iluminación diegética (toma ya).

Sobre los dos últimos no tengo ninguna experiencia propia, así que intentaré leer y pintar al respecto, jeje, para hablar con conocimiento de causa.

jueves, 5 de febrero de 2009

Cold War Commander: moldes para vehículos


Tras un par de tardes de trabajo, por fin puedo enseñaros los resultados de los moldes que he hecho para los vehículos soviéticos que compré.


Os presento a los moldes:



De izquierda a derecha, T-62, T-72 y un popurrí que va desde BPM-1 hasta ZSU-24/4, pasando por un BTR-60, un BDRM-2, un SA-9, un SAU-122 y un Ural. Este último molde podéis verlo con más detalle a continuación:


Son los primeros moldes que hago, sea para 6mm o para cualquier otra escala. Los dos pequeños han salido bien, pero el tercero se me resistió (tuve que preparar silicona otras dos veces para completarlo porque me quedé corto al principio) y eso parece que no le sienta muy bien a estos inventos. Así que primera cosa aprendida: mejor que sobre un poco de silicona con catalizador a que te quedes corto y se te vaya al garete un molde. En mi caso tuve suerte y todas las piezas se pueden utilizar excepto el SAU-122: en esa zona la silicona no fraguó correctamente y ahora parece chicle. Pero el resto del molde está perfecto.

De todas maneras, cuando haga más moldes creo que haré una sola pieza de silicona para cada vehículo: no te la juegas tanto al hacer los moldes. Éste es el del T-72 visto más de cerca:


Se puede apreciar con claridad cuál es el hueco del chasis y cuál el de la torreta. El cañón en sí no se ve porque está por debajo del nivel de la silicona, en la cual he hecho un corte. A la hora de rellenar el molde basta con abrir ese corte, verter resina en el hueco del cañón, comprobar que quede bien relleno y soltar: la silicona vuelve sola a su ser, respetando el hueco del cañón, y el corte es virtualmente imperceptible. La ranurilla de la derecha arriba es el molde de una pequeña matriz donde vienen tres ametralladoras, que van pegadas a la torreta.

Bueno, me imagino que os apetece ver el resultado. Aquí van un T-72 y un T-62, con sus correspondientes torretas (la del T-72 se ha quedado un poco corta y la del T-62 tiene algún pequeño defecto) y las ametralladoras (sólo ha salido bien una de las tres que componen la matriz).



Un primer plano del T-62:


Bueno, conclusiones.

Hay que hacer muy pocos tanques de una vez (creo que dos es el número óptimo), porque al ser moldes tan pequeños hay que tener bastante cuidado con que la resina entre bien en los huecos de los cañones, que no se quede en los laterales del molde, etc. Cuando vierto la resina repaso con un cubierto de plástico todos los bordes y los sitios donde hay más recovecos y, por tanto, más posibilidad de que se acumulen burbujas. Así retiro esas burbujas y empujo la resina para que entre bien por todos lados. Cuanto más meticuloso seas en este aspecto, mejor quedará el clon. Os lo aseguro: yo he hecho una primera tirada de todos los vehículos a la vez y casi ninguno ha salido decente. Sin embargo en el segundo intento he preparado muy, muy poca resina que me ha dado para el T-62 y el T-72, he repasado todos los huecos y desde luego han salido mucho mejor.

Otra conclusión más. Hace una hora que he sacado los tanques que veis en las fotos y los cañones no son rígidos, sino un pelín flexibles. Lo justo como para que no se rompan al caerse (he hecho el experimento sin querer, jeje). Quizá mañana estén más rígidos, ya veremos.

Por lo demás, creo que hemos tenido éxito y podremos sacar clones de una calidad bastante razonable.

¿Merece la pena la inversión en silicona y resina (40 y pico euros las dos cosas) y en tiempo (una tarde para preparar los moldes, más un día de curado de éstos, más el colado de resina)? Hombre, en cuanto al tiempo, teniendo en cuenta que ahora puedo sacar copias de vehículos que me pueden servir para un buen puñado de ejércitos, merece la pena. En cuanto a la inversión económica, creo que también merece la pena ya que no lo compramos sólo para este proyecto, sino para muchas otras cosas. Así que en definitiva creo que sí, que merece la pena. Es un poco coñazo andar preparando los moldes, para qué mentiros, pero ya veréis, ya, cuando ponga en formación mis regimientos acorazados...

Ah, una cosa más. He comprado una bolsa de infantería de NavWar para darle una oportunidad a esta marca, que luego no se diga... He tenido suerte: sólo he visto defectos en una de las miniaturas.

No quiero acabar esta entrada sin mencionar a ElThain, Maestro Clonador de Ars Ludica y Mentor de la Réplica Alquímica para un servidor. Gracias por tus buenos consejos, majo! La mitad del éxito de este proyecto es tuyo. Te debo una compañía de tanques, jeje.

Y ahora, a seguir pintando paracas.

lunes, 2 de febrero de 2009

Flames of War: US Paracas


Tengo preparada para pintar una nueva remesa de paracaidistas norteamericanos, listos ellos para que les aplique el pincel:



Es la segunda vez que utilizo el aerógrafo para imprimar, y he aprendido algunos pequeños trucos ya. Creo que es muy importante imprimar en varias capas finas. La pintura que uso para imprimar (Vallejo Model Color) es más débil a los roces que una imprimación de verdad, y en la primera tanda de paracas muchos de ellos perdían en las zonas más sobresalientes esta capa inicial. Nada preocupante que no se pudiera arreglar luego pintando un par de capas a pincel. Pero esta vez he preferido ser paciente y dar unas cuatro capas muy ligeras de aerógrafo a cada miniatura. He trasteado un poco con ellas protegiéndolas con espuma para su transporte (cosa que a mi primera tanda le habría causado más de un desconchón) y han aguantado estupendamente.

Para imprimar he usado el Green Brown de Vallejo, que es color que llevan los uniformes de los paracaidistas. Si fueras a pintar por ejemplo soldados británicos, lo suyo sería usar Uniforme Inglés. Y si fueras a pintar fanáticos celtas, deberías hacer lo propio con un color carne.

¿Merece la pena usar el aerógrafo para imprimar? En mi opinión sí: es mucho el tiempo que me ahorro al no tener que pintar los uniformes. Eso sí: si tienes muchas miniaturas que imprimar. Esta tanda es de 36 miniaturas, cuando yo suelo pintar unas veinte a la vez. Si tienes poco que imprimar, quizá no te merezca la pena preparar el aerógrafo y luego limpiarlo.


Es la primera vez también que utilizo depresores para portar las miniaturas. Los depresores, como ya sabéis, son esos palitos anchos, largos y delgados que usa el médico para vernos las anginas. Les pones cinta de doble cara, pegas las miniaturas a un intervalo suficiente para poder trabajar con comodidad sobre cada una de ellas de manera independiente y a correr. Ah, es aconsejable, creo yo, dejar ambos extremos del depresor libres de cinta de doble cara para poder manipularlo bien: yo sólo lo hice en una de las puntas y tuve alguna pequeña dificultad porque se me pegaba el guante al depresor.

(Sobre los depresores, deciros que una caja de 100 unidades de madera me costó en la farmacia de al lado de casa menos de 4 euros. Estamos estudiando la posibilidad de sacarles partido también para algún elemento de escenografía, a ver si llegamos a buen puerto. Y otro dato interesante: en la farmacia me dijeron que existen también depresores de plástico. Hummmmm.... ¿Plasticard de venta en farmacias? Habrá que investigar.)

Volviendo a los paracas (aparte de confesar que no soy nada original y se me cae la baba con Hermanos de Sangre), iré comentando mi progreso con ellos. Os adelanto dos cosas: que uso la técnica del betún de judea y que en su día la cagué con uno de los colores, pero sigo adelante sin pestañear (pa que no se note, más que nada, jeje): para pintar los correajes, mochila, etc. de los paracas una de las opciones recomendadas es el Green Grey de Vallejo pero la dislexia me jugó una mala pasada y vengo usando el Grey Green. O era al revés, jeje. El caso, que mis chavalotes de Toccoa llevan la mochila un poco más oscura que el resto de la 101, pero el resultado no me disgusta.

Las miniaturas son de Battlefront y la pintura de Vallejo.

sábado, 31 de enero de 2009

Nuevo proyecto: Cold War Commander


Nuevo proyecto, sí, y éste es un capricho personal e intransferible: voy a meterme en Cold War Commander (CWC). Se trata de un juego de miniaturas ambientado en los conflictos posteriores a la II Guerra Mundial y abre la puerta a batallas ficticias (por ejemplo, la invasión soviética de la Alemania Occidental).

Los ejércitos pueden hacerse en cualquier escala (desde los 2mm hasta los 15, preferiblemente), aunque la mayoría de la gente juega en 6mm y 10mm, según tengo entendido. Yo he estado varios días dudando entre una escala y otra, pero al final me he decidido por los 6mm. Y no tras mucho sopesarlo.

En la mayoría de batallas, por no decir todas, que he visto en forma de informe post-acción en Internet, abundaban los vehículos en gran número, siendo las unidades de infantería muchas menos. Dichosa infantería. En La Flecha Negra pude ver por primera vez miniaturas en 6mm para conflictos modernos de la marca NavWar. Los carros están bastante bien, pero la infantería da mucha pena: son básicamente monigotes hechos con alambre, con un nivel de detalle inexistente, todos con una misma postura y con taras a cascoporro porque el metal no llenó todo el molde. Muy triste. Tanto, que estuve a un tris de decidirme por los 10mm, porque aunque en los ejércitos haya poca infantería, no estaba dispuesto a gastarme un duro en esas calidades. No encuentro ninguna imagen de la infantería de NavWar para que podáis verlo vostros mismos.

Sin embargo, hice a tiempo una visita a la web de GHQ, una marca norteamericana con mucha fama en el mundo de los 6mm por su calidad y, todo sea dicho, bastante cara. Las figuras de infantería son bastante buenas: muchas poses, detalles... O sea, que puedes diferenciar entre un soldado soviético y un muyaidín a simple vista, vamos. Cosa que con NavWar, ni de coña. Dos imágenes de infantería made in GHQ:



Me he liado la manta a la cabeza y esta mañana he hecho un pedido (era eso o esperar seis meses a que Central de Jocs, una tienda barcelonesa, hiciera un nuevo pedido a GHQ). Así que nada, ahora sólo queda esperar que lleguen los más de 360 enanitos que he encargado, jeje.

En La Flecha Negra compré ayer un puñado de vehículos con los que mañana por la mañana espero poder preparar unos cuantos moldes para ver si es posible clonar miniaturas de este tamaño con buenos resultados. Si no lo fuera, bueno, los vehículos salen bastante bien de precio (una media de 0,90 euros).

Mis planes son hacerme dos ejércitos para así poder jugar alguna batalla, que quieras que no también se trata de eso, jeje. Voy a centrarme en un conflicto histórico que me atrae: la invasión soviética de Afganistán de los años 80 (aprox). Los afganos apenas tienen vehículos, pero los rusos pueden llevar unos cuantos.

A largo plazo, como un futurible, me gustaría meterle mano a la Guerra del Yom Kipur, entre egipcios, sirios e israelís. La gran ventaja con que contaría es que los vehículos egipcios son de procedencia soviética, con lo cual si funciona el tema de los moldes, ya tendría esa parte solucionada. Y en el caso de los israelís, gran parte de su equipo es válido también para EEUU... Vaya, pues si tenemos en cuenta que los mujaidines de Afganistan 1980 son completamente válidos para representar a los talibanes de la Guerra de Afganistán que empezó en 2001, acabos de completar el círculo: salimos de Afganistán, vamos al conflicto árabe-israelí y volvemos de nuevo a los integrismos afganos.


Así que nada, plan de trabajo para la línea CWC: preparar los moldes para los vehículos soviéticos, sacar copias para todas las unidades que necesitaré (quiero hacer un regimiento acorazado, así que no serán pocos) y hacer las primeras pruebas de pintura. Respecto a la infantería, según me han dicho en Central de Jocs y por lo que se lee en la propia web de GHQ, los pedidos suelen llegar en unas tres semanas...

Seguiremos informando. Mientras tanto, unos enlaces de interés:

Web oficial de Specialist Military Publishing, la gente que edita Cold War Commander (y también Blitzkrieg Commander, hermano mayor del CW ambientado en la II Guerra Mundial).

GHQ Models. Miniaturas muy buenas pero muy caras.

NavWar. Vehículos bastante majos, infantería deleznable. Precios asequibles.

Military Miniatures. No dejéis de visitar su galería de imágenes, porque no tienen desperdicio.

Os recomiendo también que echéis un vistazo a los foros de La Armada y de Wargames Spain, porque se han comentado unas cuantas cosillas sobre CWC; hay unos cuantos foreros que están empezando con el tema.

DBA : ejército Escorpión en 10mm


Antes de pasar a ver el ejército, esta entrada necesita una pequeña explicación previa. En Ars Ludica decidimos hacernos unos cuantos ejércitos pertenecientes a los diferentes clanes que aparecen en el juego de rol de Leyenda de los Cinco Anillos. El escenario es Rokugan, que para entendernos es como el Japón medieval pero también hay shugenjas (hechiceros), Onis (demonios), malos malosos (las Tierras Sombrías)... Los clanes son las distintas facciones políticas que pugnan por el control del Imperio, al tiempo que se ven obligados a aunar esfuerzos contra la terrible amenaza de las Tierras sombrías.

Cada clan se identifica, además de por el mon (una especie de escudo heráldico), por los colores de sus atuendos y armaduras: amarillo y marrones para el clan León, azul celeste y blanco para los Grulla, verde y amarillo para los Dragón, azul verdoso para los Cangrejo... Mi clan preferido en este juego es el del Escorpión, cuyos colores son el rojo y el negro. Doble motivación al comenzar este proyecto, ya que como digo es mi facción preferida y además me gusta mucho el esquema de colores.



El ejército al completo: dos peanas de Bw, tres peanas de Bd, el general Cv y el grueso del ejército: seis peanas de Ax.



El elemento del general. Hasta que pinté este ejército creo que nunca había hecho ninguna conversión. Y voy y decido hacerlas con el primer ejército que pinto en una escala tan pequeña como son los 10mm. Aproveché la lanza de uno de los jinetes para usarla como mástil para el estandarte, que a su vez está sacado de una miniatura que era el portaestandarte, propiamente dicho. No fue complicado, la verdad. Tambié puse sashimonos a todas las minis de esta peana para que llamase la atención, leñe, que estamos hablando de la peana del general
(el sashimono es el estandarte de la espalda; Pendraken tiene una referencia con sashimonos de los dos tamaños que podéis ver en las distintas fotos).


Este es el núcleo duro de la infantería: samurais armados con katanas. El elemento del centro tiene una miniatura que representa a un segundo al mando del ejército. Le puse un sashimomo grande e hice otra conversión: aproveché la espada de un samurai que vino defectuoso y se la puse a este segundo al mando Costó pegar algo tan pequeño, pero lo logré, jeje. También puse un sashimono pequeño a la miniatura del centro de cada peana; si os fijáis podréis verlos.



Los ashigaru. Campesinos armados. Tenía claro que debía mantener la coherencia en todas las peanas del ejército (el rojo y el negro predominando), pero debía distinguir a los ashigaru de sus nobles señores. Lo más lógico me pareció pintarles como si no llevaran ningún tipo de armadura, sino con una camisa de lino y pantalones negros. También llevarían un chaleco identificativo del clan, así como el típico sombrero (ambos del color del clan). Creo que la diferenciación está lograda sin romper el esquema de colores. A eso ayuda también que el lino sea de un color neutro.


Y por último, los arqueros. Hasta los deditos les pinté, oiga.
Una anotación curiosa. Es posible que os hayáis fijado en que las miniaturas tienen la cara pintada de rojo. En la ambientación de Leyenda de los Cinco Anillos, los miembros del clan Escorpión nunca dejan que nadie, excepto la familia muy cercana, les vean el rostro. Lo llevan oculto en toda ocasión, a veces con máscara, a veces con velo, etc. Por eso mis samurais tienen la cara pintada de rojo.

Para pintar a mis samurai, que por cierto son de Pendraken, utilicé un rojo, un carne y un dorado de Citadel, un color hueso de Americana para el lino de los ashigaru y lo demás es Vallejo.
Decidí seguir la técnica del brochazo, como la llamamos. Consiste simplemente en imprimar las miniaturas en negro (por ahí recomiendan también el marrón oscuro, pero aún no lo he probado) y pintar exclusivamente las zonas de luces con el color final que corresponda. De esta manera, en las zonas de sombra y de transición lo que se puede ver es directamente la imprimación. Si se miran muy de cerca las miniaturas pintadas de esta manera, los contrastes son muy fuertes. Sin embargo, si las observas desde una distancia adecuada ese contraste no es tan exagerado ni mucho menos. Cosas de la agudeza visual humana.

En el caso de escalas más grandes, como por ejemplo los 15mm, el principio es exactamente el mismo: aprovechar la imprimación para que nos funcione como zona de sombras fuertes y perfilados. Sin embargo, debemos emplear una capa de luces adicional, un color oscuro o intermedio, porque si no aquí sí cantaría demasiado el contraste. Una vez hemos dado las primeras luces con ese color intermedio, iluminamos de nuevo con un color más claro, que será el color final que queramos obtener. Así tendremos tres niveles de luces.

Hay gente que aplica esta técnica de la misma manera, pero dando colores básicos a toda la miniatura, sin aprovechar la imprimación. Luego dan las primeras luces con un color intermedio y por último iluminan. También se pueden añadir niveles adicionales de luces, para gustos los colores.

Me gustaron los resultados que obtuve y es una manera bastante rápida de pintar. Sólo hay que tener claro que la imprimación es nuestra amiga, que debemos pintar sólo luces y que siempre debe quedar al menos un hilillo de imprimación a la vista entre dos zonas de distinto color.

El próximo proyecto que tengo a la vista para DBA es el ejército de Britanos Antiguos de Corvus Belli y mi intención es pintarlo con la técnica del brochazo pero con dos niveles de luces en vez de uno.

Ah, y no quiero acabar sin hacer mención especial a I-16, cuyos ejércitos, pintados con esta técnica, nos dejaron boquiabiertos y llenos de inspiración a los participantes del I Campeonato Madrileño de DBA. Eres un monstruo.